noviembre 28, 2015

¿Qué resultados obtienen los diferentes modelos de gestión en Atención Primaria?

En un post anterior escribí sobre la Central de Resultados del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, haciendo énfasis en la información disponible en el ámbito de la Atención Primaria de Salud (AP). Profundizando en el conocimiento que podemos extraer de este ejercicio de trasparencia y rendición de cuentas, ahora toca reflexionar sobre los resultados comparativos entre los tres tipos de modelos de gestión de la AP que conviven en Catalunya (Autogestión en la AP española, SEMG 2011).

Autogestión” en la Wikipedia se define como: “En el ámbito de la organización, la autogestión (que significa administración autónoma), es el uso de cualquier método, habilidad y estrategia a través de las cuales los partícipes de una actividad pueden guiar el logro de sus objetivos con autonomía en el manejo de los recursos.”.
La diferencia fundamental entre “autogestión” y “gestión” sería pues la capacidad de manejar o no los recursos propios con autonomía, para apoyar las decisiones directivas.

Para responder a la pregunta de ¿qué resultados obtiene cada modelo?, se pueden utilizar los datos publicados en la Central de Resultados, de dominio público. Son 74 indicadores del periodo 2013 de las áreas de Adecuación (6 indicadores), Farmacia (16 indicadores), Datos generales de RRHH, población y visitas (37 indicadores), Efectividad (6 indicadores), Eficiencia (5 indicadores) y del Proyecto ESSENCIAL (4 indicadores).


Figura. XIX Jornades ACEBA en youtube (catalán). Taula: “És l’autogestió un bon model pel present i futur?”.

La primera aproximación a la respuesta se obtiene ordenando los valores de cada indicador para las 369 ABS (Área Básica de Salud). De esta manera podemos saber, indicador a indicador, qué ABS tienen mejores resultados.

La segunda aproximación se basa en obtener un valor de orden resumen para cada ABS, que concentra de una manera combinada los resultados de los indicadores que tienen una interpretación de favorable-desfavorable. Para este análisis no se incluyen los indicadores descriptivos como el nº de personas asignadas, el nº de profesionales por categorías en plantilla, nº de visitas realizadas, porcentaje de pacientes en determinados CRG, etc., que no reflejan un resultado “ni bueno ni malo” sino que simplemente describen el ABS.
Con esta condición se han normalizado 53 de los 74 indicadores, para obtener un valor de orden único para cada ABS. Dicho de otra manera, a cada ABS se le asigna un valor de orden entre el 1 y el 369, equivalente al posicionamiento global que obtiene una vez se combinan, sin ponderar, los valores normalizados de los 53 indicadores seleccionados.

Conociendo que ABS son de cada modelo de gestión se obtienen los posicionamientos medios a comparar tal y como muestra la siguiente figura.


En un rango de 1 a 369, siendo el 1 la posición más favorable y el 369 el último del orden, el promedio de posicionamiento de las 13 ABS del grupo ACEBA es de 91, para las 285 ABS del ICS (Institut Català de la Salut) es de 176, y para las 71 ABS de otros modelos (fundaciones, consorcios de salud, etc.) es de 238. Hay que decir también que existe una amplia variabilidad intra grupo. 

Los datos publicados en la Central de Resultados son valores brutos, no se ha aplicado ningún ajuste. Sin embargo, con la información secundaria disponible, se puede concluir que en pirámide de edad y en morbilidades las diferencias son globalmente poco relevantes, y en cualquier caso no favorecen a las ABS de ACEBA que muestran en conjunto unas necesidades algo superiores. Por ejemplo, los centros autogestionados tienen en promedio una tasa de sobre envejecimiento un 15,9% superior al ICS, y un 23,8% superior al resto.


Con un criterio de objetividad de la fuente de información, que esta no dependa de la calidad del registro de los propios centros analizados, y pudiendo traspasar los resultados a un impacto económico directo, se han seleccionado en el capítulo de adecuación tres indicadores: El gasto farmacéutico público, las urgencias hospitalarias y las hospitalizaciones potencialmente evitables.

Para estos tres indicadores, las ABS de ACEBA tienen valores más favorables de entre un 10% a un 23%, con porcentajes similares en 2013 y en 2014.

Con las estimaciones más prudentes a partir del porcentaje de población atendida que recibe medicación, y con los precios de tarifa de una urgencia y un ingreso hospitalario, se puede estimar un ahorro equivalente directo de entre 150 y 170 millones de € anuales, si el promedio global del SISCAT en estos indicadores fuera el observado en las ABS con autogestión.


Tenemos datos objetivos de que los resultados de salud (lo principal) de las ABS autogestionadas son buenos, como mínimo equivalentes a otros modelos de gestión, las encuestas de satisfacción de pacientes y profesionales tienen sistemáticamente unos resultados muy favorables, y a ello le podemos sumar unos impactos significativos en ahorro para el Sistema de Salud.

Con la prudencia que sea necesaria, pero ¿no sería lógico seguir por este camino en lugar de desacreditarlo?... Desde la voluntad, el consenso y la actuación proactiva de los profesionales de la AP, la decisión política vendría rodada, ¿o no?