En un post anterior escribí sobre la Central de Resultados del Departamento de Salud de la
Generalitat de Catalunya,
haciendo énfasis en la información disponible en el ámbito de la Atención
Primaria de Salud (AP). Profundizando en el conocimiento que podemos extraer de
este ejercicio de trasparencia y
rendición de cuentas, ahora toca reflexionar sobre los resultados comparativos entre los tres tipos de modelos de gestión de
la AP que conviven en Catalunya (Autogestión en la AP española, SEMG 2011).
“Autogestión”
en la Wikipedia se define como: “En el ámbito de la organización, la autogestión (que significa
administración autónoma), es el uso de cualquier método, habilidad
y estrategia a través de las cuales los partícipes de una actividad pueden
guiar el logro de sus objetivos con
autonomía en el manejo de los recursos.”.
La diferencia fundamental entre “autogestión” y “gestión”
sería pues la capacidad de manejar o no los recursos propios con autonomía, para apoyar las decisiones directivas.
Para responder a la pregunta de ¿qué resultados obtiene cada modelo?, se pueden utilizar los datos publicados en la Central de Resultados,
de dominio público. Son 74 indicadores del periodo 2013 de las áreas de Adecuación
(6 indicadores), Farmacia (16 indicadores), Datos generales de RRHH, población y
visitas (37 indicadores), Efectividad (6 indicadores), Eficiencia (5 indicadores)
y del Proyecto ESSENCIAL (4 indicadores).
Figura. XIX Jornades
ACEBA en youtube (catalán). Taula: “És l’autogestió un bon model pel present i futur?”.
La primera aproximación a la respuesta se obtiene ordenando los valores de cada indicador
para las 369 ABS (Área Básica de Salud). De esta manera podemos saber, indicador a indicador, qué ABS tienen
mejores resultados.
La segunda aproximación se basa en obtener un valor de orden resumen para cada ABS,
que concentra de una manera combinada los resultados de los indicadores que tienen una interpretación
de favorable-desfavorable. Para este análisis no se incluyen los indicadores
descriptivos como el nº de personas asignadas, el nº de profesionales por
categorías en plantilla, nº de visitas realizadas, porcentaje de pacientes en
determinados CRG, etc., que no reflejan un resultado “ni bueno ni malo” sino
que simplemente describen el ABS.
Con esta condición se
han normalizado 53 de los 74 indicadores, para obtener un valor de orden
único para cada ABS. Dicho de otra manera, a cada ABS se le asigna un valor de
orden entre el 1 y el 369, equivalente al posicionamiento global que obtiene
una vez se combinan, sin ponderar, los valores normalizados de los 53
indicadores seleccionados.
Conociendo que ABS son de cada modelo de gestión se obtienen los posicionamientos medios a comparar tal y como muestra la siguiente figura.
En un rango de 1 a 369, siendo el 1 la posición más
favorable y el 369 el último del orden, el
promedio de posicionamiento de las 13 ABS del grupo ACEBA es de 91, para
las 285 ABS del ICS (Institut Català
de la Salut) es de 176, y para las
71 ABS de otros modelos (fundaciones,
consorcios de salud, etc.) es de 238. Hay que decir también que existe una amplia variabilidad intra grupo.
Los datos publicados en la Central de Resultados son
valores brutos, no se ha aplicado ningún ajuste. Sin embargo, con la
información secundaria disponible, se puede concluir que en pirámide de edad y en morbilidades las diferencias son globalmente
poco relevantes, y en cualquier caso no favorecen a las ABS de ACEBA que
muestran en conjunto unas necesidades algo
superiores. Por ejemplo, los centros autogestionados tienen en promedio una
tasa de sobre envejecimiento un 15,9% superior al ICS, y un 23,8% superior al
resto.
Con un criterio de objetividad
de la fuente de información, que esta no dependa de la calidad del registro
de los propios centros analizados, y pudiendo traspasar los resultados a un impacto económico directo, se han
seleccionado en el capítulo de adecuación tres indicadores: El gasto farmacéutico
público, las urgencias hospitalarias y las hospitalizaciones potencialmente
evitables.
Para estos tres indicadores, las ABS de ACEBA tienen
valores más favorables de entre un 10% a un 23%, con porcentajes similares en
2013 y en 2014.
Con las estimaciones
más prudentes a partir del porcentaje de población atendida que recibe
medicación, y con los precios de tarifa de una urgencia y un ingreso
hospitalario, se puede estimar un ahorro
equivalente directo de entre 150 y 170 millones de € anuales, si el
promedio global del SISCAT en estos indicadores fuera el observado en las ABS
con autogestión.
Tenemos datos
objetivos de que los resultados de
salud (lo principal) de las ABS autogestionadas son buenos, como mínimo
equivalentes a otros modelos de gestión, las encuestas de satisfacción de pacientes y profesionales tienen sistemáticamente
unos resultados muy favorables, y a ello le podemos sumar unos impactos significativos
en ahorro para el Sistema de Salud.
Con la prudencia que sea necesaria, pero ¿no sería
lógico seguir por este camino en lugar de desacreditarlo?... Desde la voluntad,
el consenso y la actuación proactiva de los profesionales de la AP, la decisión
política vendría rodada, ¿o no?