Recientemente ha visto la luz el Observatorio de Resultados del Servicio Madrileño de Salud, con la publicación de información nominal en tres grandes apartados: estado de salud de la población, indicadores de Atención Primaria e indicadores de hospitales. Van quedando atrás los meros informes estadísticos generales, que aun siendo necesarios, han de permitir el avance de las políticas de trasparencia de la información en salud, como había iniciado el Servei Català de la Salut hace año y medio aproximadamente.
En lo que respecta a información hospitalaria, en ambos Observatorios
se ofrecen detalles de los indicadores anuales más relevantes globales y por hospital, a fecha de hoy hasta el año 2012.
La diferencia radica en los indicadores utilizados, y en la mayoría de ocasiones en la metodología aplicada.
Un ejemplo de estas diferencias es la evaluación de la gestión de estancias: mientras que el SERMAS utiliza un IEMA respecto al año previo, el SCS utiliza una RFE respecto al mismo periodo. Por tanto no sólo es cuestión de semántica, sabiendo que IEMA es igual que RFE, sino que al cambiar el periodo de referencia se predispone a que la mayoría de centros muestren mejoría, en el caso del SERMAS, o sólo unos cuantos, los que tienen mejores resultados comparativos respecto a su grupo y año, en el caso del SCS.
Otro caso de diferencia significativa es el índice de substitución o porcentaje de ambulatorización de procesos quirúrgicos. Además de que los resultados no están ajustados por casuística, lo cual ya limita en sí mismo la comparación, la definición de lo que se asume como CMA es sensiblemente diferente en ambos Servicios de Salud.
En el Observatorio del SERMAS, habiendo revisado sólo el apartado de información de hospitales, destaca un mayor número de indicadores que en el caso del SCS, pero es una cuestión que depende de las prioridades y el consenso local.
En la mayoría de casos, en ambos Observatorios, no se hace referencia a que los resultados estén ajustados, y por lo tanto cualquier comparación debe ser muy prudente. Tanto es así que no voy a poner aquí ningún resultado explícito.
Es un hecho que se está avanzando en la trasparencia de información en salud, pero antes de seguir creo que es necesario definir un marco homogéneo para el benchmarking sanitario entre diferentes Servicios de Salud. Es legítimo que cada uno establezca sus prioridades, pero no es menos importante que haya un consenso sobre una mínima metodología común, que permita que el avance en trasparencia sea acompasado y que las mejoras en conocimiento, para usuarios y gestores de la sanidad sean, independientemente del territorio, igualmente accesibles para todos... ¿o no?
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