diciembre 23, 2019

Condicionantes de los resultados en mortalidad hospitalaria

En la evaluación de los resultados en mortalidad se aplica un ajuste por los riesgos asociados a los pacientes, pero hecho desde el punto de vista del episodio. Esta diferencia de perspectiva, desde el paciente, o bien desde el episodio de hospitalización, tiene una connotación muy importante a la hora de interpretar el ajuste.

Si bien un paciente, por su estado de salud o su historia de la enfermedad, puede tener un riesgo muy alto de morir en un período relativamente corto, por ejemplo 1 año en el caso de pacientes etiquetados de crónicos complejos agudizados, esto no es incompatible con que, en un episodio de hospitalización de agudos de este mismo paciente, el riesgo agudo (posibilidad de morir en una hospitalización) sea relativamente bajo.

Por esto es muy diferente el análisis de la mortalidad ajustada desde la óptica del paciente respecto del análisis epidemiológico desde la óptica de los episodios de hospitalización de agudos.

Cuando los ajustes se hacen desde la perspectiva de los episodios, a partir de los riesgos identificados con las comorbilidades registradas en el CMBD, otros factores que también pueden impactar en la mortalidad, pero que tienen un efecto sobre el paciente, como pueden ser diferentes situaciones en el territorio, aportan una variabilidad en los resultados en mortalidad que no podemos controlar estadísticamente sólo con los datos disponibles en el CMBD.

La hipótesis es que los hospitales pueden tener “condicionados” sus resultados en mortalidad ajustada por riesgo cuando se analizan los episodios de hospitalización de agudos, por situaciones que "escapan" a su control. Expresado estadísticamente, la hipótesis nula es que otras "situaciones de riesgo" más allá de las comorbilidades registradas en el CMBD, no se asocian a las diferencias encontradas en el índice de mortalidad ajustada desde el punto de vista de los episodios de hospitalización.

Con este objetivo se ha realizado una encuesta a los hospitales participantes en la red de Benchmarking Sanitario 3.0 (BS3), preguntándoles sobre algunos condicionantes potencialmente asociados a tener mejores o peores resultados relativos en el indicador de mortalidad intra hospitalaria.

Condicionantes analizados, disponer de:
- Hospital a domicilio.
- Unidades de subagudos.
- Servicio de paliativos.
- Soporte de la Atención Primaria (AP) en situación de "final de vida".
- Soporte de tipo Sociosanitario.
- Unidad de pacientes crónicos agudizados.

Condicionantes analizados, relación con otros indicadores:
- Tasa de mortalidad ajustada del territorio.
- Tasa de Hospitalizaciones potencialmente prevenibles.





Conclusiones

Con un número limitado de encuestas hay que ser muy prudente con las interpretaciones. Aunque algunos resultados hayan alcanzado significación estadística, ésta puede estar sesgada en haberse podido producir una selección espuria de hospitales, si el hecho de responder la encuesta está asociado a la variable dependiente, la Razón de Mortalidad Estándar (RME), o alguna/s de las variables independientes estudiadas.

Se ha encontrado una asociación bastante significativa con tener un resultado desfavorable en la RME cuando:

- No se tiene suficiente apoyo de tipo Sociosanitario.

- No se dispone de un dispositivo similar a una UPCA (Unidad de pacientes crónicos agudizados).

- El resultado de la tasa de mortalidad estándar del territorio de influencia es desfavorable.

- Se hacen más hospitalizaciones potencialmente evitables que las esperadas ajustadas.

Por el contrario, no se ha encontrado asociación de la RME con otros factores como: Tener o no actividad de Hospital a domicilio, Disponer o no de una unidad de subagudos, Tener o no el hospital un servicio específico de paliativos, Percepción que se tenga del grado de apoyo que hace la AP en situaciones de final de vida.


Un artículo interesante, titulado “Asociaciones entre satisfacción laboral, compromiso y mortalidad de pacientes a los 7 días: una encuesta transversal, analiza otras posibles relaciones entre factores internos ligados a los entornos laborales de los trabajadores sanitarios medidos con 19 factores organizacionales, y la mortalidad en procesos de infarto agudo de miocardio (IAM), accidente cerebrovascular y fractura de cadera. De sus conclusiones principales destaca haber encontrado una asociación negativa de la mortalidad en estos procesos con una mayor carga de trabajo de enfermería y con un reporte de percepción de falta de compromiso profesional y organizacional de los responsables facultativos por parte de mandos intermedios.



Aunque la potencial relación entre la cultura organizacional y los resultados clínicos pueda ser de Perogrullo, no es tan fácil demostrarlo y en cada caso el cóctel de factores es diferente.

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